Faltan 25 días para los comicios y Obdulio Ávila ya se ve gobernando uno de los bastiones del PRD en la capital: la delegación Coyoacán.
Su contrincante perredista, Raúl Flores, no le preocupa, porque “ni vive en la delegación”.
Más allá de eso, advierte que el 5 de julio Acción Nacional saldrá a derrotar no a un candidato, sino al emblema del PRD que, asegura, en 12 años de gobierno ha dejado una estela de “corrupción e impunidad”.
A los liderazgos y ex gobernantes de la izquierda en Coyoacán, Ávila los define como una mafia. Después los enumera: “René Bejarano, Miguel Bortolini y Héctor Serrano”, sólo que a este último, actual subsecretario de Programas Delegacionales del DF, lo tilda de “hampón y mapache”.
“La pelea que se va a dar el 5 de julio próximo es contra una marca, que es el Partido de la Revolución Democrática.
“Esa es la batalla que daremos, contra una mafia, contra los padrinos de Raúl Flores: Bejarano y Bortolini, personajes de historia dudosa en materia de solvencia moral en la delegación”.
—¿Cómo eliminar a la mafia que señalas, porque sin duda son liderazgos en la delegación?
—Son liderazgos caducos, sin vigencia en Coyoacán, los derrotaremos con trabajo, propuesta, ideas y la fuerza de los votos”.
—¿Se han sumado bejaranistas o bortolinistas a tu campaña?
—No, se ha sumado gente del PRD de otras expresiones, de la sociedad civil, del PT, esto es público, del propio PRI, se han venido sumando de otros proyectos y de organizaciones vecinales sin filiación partidistas”.
El músculo panista en Coyoacán ha sido desdeñado por el abanderado perredista, Raúl Flores, quien dijo a este diario que el PAN “creció sólo en bardas”.
Obdulio Ávila toma con calma las aseveraciones del perredista y asegura que existe un fuerte movimiento vecinal en pro de su candidatura, que no sólo se percibe calle por calle y en barrios populares de Coyoacán, sino es reconocido por el mismo PRD.
“Hay un trabajo de años, de décadas en el Centro Histórico y no podemos olvidar que en 1988 el presidente Felipe Calderón ganó el distrito 27 local y a la fecha lo mantiene el PAN con Ezequiel Rétiz”.
Ávila no se atreve a decir que en Coyoacán habrá carro completo para el PAN.
El panista sostiene que aún habrá que ocuparse de amarrarle las manos a Marcelo Ebrard.
“El gobierno no puede hacer una elección de Estado, no vamos a permitir que el jefe de Gobierno convierta sus visitas en actos de campaña, porque nunca antes en la historia de Coyoacán un mandatario local había visitado mínimo dos veces la delegación por semana para desde ahí inaugurar obras, anunciar acciones e iniciar políticas”.
—¿Cómo frenar al gobierno de la ciudad?
—El jefe de Gobierno será bien recibido a partir del 1 de octubre, fecha en que gobernaré, si va con la misma frecuencia y los mismos recursos, porque se acreditaría que tiene un interés genuino por los habitantes”.
Ávila está consciente de que hay que mantener el paso para llevarse un triunfo holgado e impedir que se impugne la elección.
Milenio
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